El contexto producido por la expansión de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de mantener una calidad del aire interior óptima.
Especialmente en aquellos espacios donde confluyen un alto volumen de personas y el tránsito es frecuente.
Así, se abre un nuevo reto para los propietarios de locales comerciales: garantizar espacios libres de contaminantes y virus que permitan una visita segura para sus clientes, respirando un aire saludable.
En este artículo vamos a hablar sobre qué medidas adoptar para la consecución de este objetivo.
La calidad del aire interior
Antes de seguir profundizando en el tema, es importante entender el concepto sobre el que más repercutirá el trabajo de mejora de la ventilación de nuestro negocio: la calidad del aire interior.
La calidad del aire interior son las condiciones que debe cumplir el flujo de aire para no implicar riesgos en la salud de las personas al ser respirado. Efectivamente, este indicador puede verse afectado por numerosos factores:
- Humedad del local.
- Presencia de microorganismos.
- El nivel de CO2 o los Compuestos Orgánicos Volátiles (COV).
- Partículas en suspensión (polvo, esporas o productos químicos).
- Los gases generados por la propia actividad humana.
- El uso excesivo de algunos productos, como los desinfectantes de limpieza.
- La ausencia de ventilación o deficiencias en el sistema de ventilación.
Está demostrado que una mala calidad del aire interior favorece la transmisión de enfermedades. Por ello, el aire interior debe ser tratado para garantizar unos estándares de salubridad, siendo la ventilación el factor más relevante para su cumplimiento.
La importancia de la ventilación en espacios interiores para respirar una aire saludable
La ventilación es la base de una óptima calidad del aire interior, y una de las medidas fundamentales para el control de la transmisión de enfermedades, según la Asociación Europea de Calefacción, Ventilación y Aire Acondicionado (REHVA).
No obstante, la ventilación natural se torna insuficiente para cumplir las exigencias de salubridad, haciendo necesario el planteamiento de un sistema de ventilación mecánica o solución del tratamiento del aire, como veremos a continuación.
Respirar un aire saludable en el local
Es imprescindible plantearnos la implementación de un sistema de ventilación y filtrado que permita alcanzar los niveles de calidad del aire adecuados a cada espacio.
En este sentido, y dependiendo de cómo sea nuestro local, podemos encontrar dos soluciones que nos permiten responder y dar solución a las demandas actuales:
- Sistemas de ventilación: permiten reducir la concentración de contaminantes existentes en el aire interior, sustituyéndolo por aire exterior filtrado. Permiten reducir el nivel de CO2 del ambiente interior, que se produce por la ocupación humana de los locales.
- Equipos autónomos de purificación del aire: capturan las partículas contaminantes existentes en el aire interior.
Siempre que sea posible se optará por implementar un sistema de ventilación, ya que éste es el único sistema que permitirá garantizar garantizar la completa calidad del aire interior.
En aquellos casos en los que, por motivos arquitectónicos, sea imposible instalar un sistema de ventilación, se podrá optar por la purificación del aire.
Los purificadores permiten limpiar el aire, dejándolo libre de partículas nocivas, sin embargo no actúan sobre el CO2 por lo que deberán entenderse como un complemento a la ventilación.
La elección por una u otra opción, podrá depender de las características de nuestro local y la rapidez o agilidad con la que se tenga que implementar las mejoras.
Solución para el tratamiento del aire
La opción del sistema de ventilación es la única que permite garantizar una completa calidad del aire interior ya que reducen la concentración de CO2 inherente a la ocupación de los locales y al mismo tiempo reducen la concentración de partículas entre ellos virus y bacterias que son expulsados al exterior y substituidos por aire exterior filtrado y libre de contaminantes.
La opción del purificador del aire es ideal para locales o edificios que no disponen de un adecuado sistema de ventilación, o empresas con instalaciones o espacios que carezcan de sistemas de ventilación adecuados. Estos equipos purificadores son también adecuados como complemento para la ventilación en la eliminación de contaminantes específicos, entre ellos virus y bacterias.
Los purificadores del aire destacan por su sencillo funcionamiento y rápida instalación. Disponen de un sistema de filtrado de varios niveles que, con una apropiada combinación de activos filtrantes, limpian de contaminantes el aire del lugar donde se encuentran ubicados.
El aire sucio, cargado de contaminantes y olores, es aspirado por el equipo y, tras circular a través de las distintas etapas filtrantes, ya limpio de contaminantes, es devuelto al interior del local.
El proceso de recirculación continua del aire permite la mejora constante de la calidad del aire, lo que soluciona los problemas originados por la mala calidad del aire interior.
En todo caso, siempre recomendamos solicitar una asesoría y estudio personal de nuestro caso, que analice la situación y necesidades de nuestro espacio para ayudar a determinar la mejor solución.